jueves, 22 de julio de 2010

Actores sordomudos trascienden fronteras

Desde que se fundó en 1992, han puesto en escena dieciséis obras
La compañía mexicana 'Seña y Verbo' persigue a través del teatro que la lengua de signos tenga mayor reconocimiento en el mundo

.- En silencio hay quienes han aprendido a comunicarse y trascender las fronteras sin necesidad de alzar la voz, como ocurre con los integrantes de la compañía mexicana "Seña y Verbo", que persigue a través del teatro que la lengua de signos tenga mayor reconocimiento en el mundo.

Una treintena de actores sordos y oyentes, de entre los 20 y 40 años, luchan cada día por disolver a través de los signos los límites que socialmente han impedido un acercamiento real con las personas que están privadas de facultades auditivas.

Cada año es motivo de preparación y estudio para que los actores realicen las obras teatrales con las que aspiran sensibilizar al público sobre cómo viven, qué piensan y en qué sueñan.

Desde que se fundó la compañía en 1992, han puesto en escena dieciséis obras dirigidas a un público de todas las edades y en las que combinan la lengua de signos con el lenguaje hablado en un espectáculo creativo y entretenido.

La actriz sordomuda Ludila Olalde explicó que el teatro les permite "transmitir y dar a conocer a quienes no viven, no sienten, o no piensan" en su situación cómo es su mundo y su cultura, "pero sobre todo, nos une y cambia visiones", añade.

"Seña y Verbo" comenzó en 1992 gracias a una beca otorgada por el Fideicomiso para la Cultura México-EUA y ya ha hecho varias giras alrededor de la República Mexicana y ha actuado en países como Austria, Brasil, Alemania, Venezuela o Estados Unidos.

Este año participó en la Expo de Shanghái representando a México con la obra "¿Quién te entiende?", que narra la historia de tres sordomudos que se enfrentan al problema de la comunicación al estar inmersos en familias y en sociedades que no los comprenden.

"El éxito que alcanzamos en Shanghái se lo debemos a la universalidad del lenguaje de los signos y a la posibilidad que éste nos brindó para incluir y profundizar con la diversidad de otras culturas; al principio fue difícil, pero después el gancho fue directo", aseguró la actriz Haydeé Boetto.

La obra, dirigida por Alberto Lomnitz, fue presentada en la exposición universal con subtítulos en inglés y en chino y está basada en testimonios de tres sordomudos de Ciudad de México.

Según Boetto, esta es la primera obra que se presenta en China a cargo de una compañía profesional que trabaja con el lenguaje de los signos, razón que "motivó a los sordomudos chinos para que también formaran su propia compañía".

"Constantemente se piensa que los sordomudos no somos personas inteligentes y que valemos menos, pero tras la experiencia que supone cada actuación, nos sentimos mucho más motivados y sabemos que, aunque somos diferentes, la gente se da cuenta de que no tenemos menor valor", destacó el actor sordomudo Roberto de Loera.

El origen del lenguaje de signos es considerado por estudiosos del tema tan antiguo como el de las lenguas orales, pues hay testimonios que documentan su uso dentro de las culturas indígenas de América, en regiones como la de las Grandes Llanuras del norte del continente.

Estas culturas usaban dicha lengua para comunicarse entre etnias que hablaban lenguas con fonologías muy diversas, como en el caso de las tribus de Manhattan y Massachusetts, que recurrieron a las señas y gestos para acordar intercambios y hasta para comunicarse dentro de sus propias comunidades.

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